Vuelan libres (Sueños)

Vuelan libres, cálidos pensamientos, volaron y seguirán volando los sueños de una noche de verano, sin destino, llenos de vida, esperando a ser cazados por la enorme red que formaron las estrellas, inmóviles, en el cielo de una noche de luna llena sin conocer su camino.

Vuelan libres, pensamientos llenos de paraíso, jugando con Alicia entre bosques y personajes de ficción, encerrados en un cubo de Rubik que girará sobre sí, hasta que mis dedos encuentren la solución, hasta que el color de los sueños se estrelle contra la tierra seca, hasta que rompan la coraza de madera y se puedan sentir de verdad, estallido púrpura de ilusiones.

Vuelan libres las sombras del pasado y del presente que corrompen mis sentidos cuando paseo por las fronteras de realidad. Sombras de futuro, eternas, tan lejos de suelo firme, caerá el cielo sobre mis hombros y aun no las habré rescatado a todas.

Vuelan libres los sueños de almas cruzadas, formulando las mismas preguntas, historias que se repiten una y otra vez como el balanceo de una vieja hamaca, entre chirridos de auxilio, buscando el arroyo de agua fresca que sacie la sed de eternos viajes. En el exilio, tras la esfera de cristal, vuelan libres los sueños, vuela libre la esperanza…

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Un hombre que no se alimenta de sus sueños envejece pronto.

William Shakespeare (1564 – 1616)